CÓMO SER LIBRES DE LA MANIPULACIÓN Y EL ENGAÑO
Gênesis 3.1-13

 

Génesis 3:1-13: "La serpiente era más astuta que todos los animales del campo que Dios el Señor había hecho, así que le preguntó a la mujer:

--¿Es verdad que Dios les dijo que no comieran de ningún árbol del jardín?

--Podemos comer del fruto de todos los árboles --respondió la mujer--. Pero, en cuanto al fruto del árbol que está en medio del jardín, Dios nos ha dicho: "No coman de ese árbol, ni lo toquen; de lo contrario, morirán."

Pero la serpiente le dijo a la mujer:

--¡No es cierto, no van a morir! Dios sabe muy bien que, cuando coman de ese árbol, se les abrirán los ojos y llegarán a ser como Dios, conocedores del bien y del mal.

La mujer vio que el fruto del árbol era bueno para comer, y que tenía buen aspecto y era deseable para adquirir sabiduría, así que tomó de su fruto y comió. Luego le dio a su esposo, y también él comió. 7 En ese momento se les abrieron los ojos, y tomaron conciencia de su desnudez. Por eso, para cubrirse entretejieron hojas de higuera.

Cuando el día comenzó a refrescar, oyeron el *hombre y la mujer que Dios el Señor andaba recorriendo el jardín; entonces corrieron a esconderse entre los árboles, para que Dios no los viera. 9 Pero Dios el Señor llamó al hombre y le dijo:

--¿Dónde estás?

El hombre contestó:

--Escuché que andabas por el jardín, y tuve miedo porque estoy desnudo. Por eso me escondí.

--¿Y quién te ha dicho que estás desnudo? --le preguntó Dios--. ¿Acaso has comido del fruto del árbol que yo te prohibí comer?

Él respondió:

--La mujer que me diste por compañera me dio de ese fruto, y yo lo comí.

Entonces Dios el Señor le preguntó a la mujer:

--¿Qué es lo que has hecho?

--La serpiente me engañó, y comí --contestó ella".

 

Se dice que todos, al menos una vez en la vida, hemos engañado a alguien y hemos sido engañados. Cuando Dios se dirigió a Eva ella le dijo: "La serpiente me engañó". En Apocalipsis hay un pasaje que dice que a medida que los tiempos avancen, el engaño crecerá y se multiplicará.

 

Dos niveles para identificar la manipulación y el engaño:

 

1. Nivel corporal

Manipular es tomar control sobre una persona sin que ella lo sepa. Manipular es diferente a convencer o influir mediante argumentos verdaderos y lógicos. Convencer es positivo, mientras que manipular siempre es negativo porque se basa en la mentira. El manipulador quiere bloquear nuestra capacidad de pensar y lo podemos identificar a través de sus actitudes corporales. Por ejemplo, se calcula que cuando dos personas conversan, el 60% del tiempo no se miran a la cara, pero hay un 40% que sí lo hacen. El manipulador puede mirarte permanentemente a los ojos para intimidarte o bien ni siquiera hacer un mínimo contacto visual. Asimismo, cuando le vas a hablar, el manipulador puede hacer otros movimientos con las manos como jugar con una birome, leer el diario, o ver televisión. De este modo, el mensaje que te transmite es que lo que le estás diciendo no es importante; en otras palabras, que no sos tan valioso como para que él deje de hacer lo que está haciendo en ese momento.

Otra punto interesante radica en que está comprobado que al estar en grupo nos mimetizamos; es decir, hablamos todos en un tono parecido o adoptamos posturas corporales similares. Cuando el manipulador entra a un grupo habla en voz más alta para llamar la atención o habla en voz muy baja para victimizarse, pero siempre habla en un tono distinto al resto de las personas. El manipulador suele murmurar por lo bajo cuando le hablan, una manera indirecta de descalificar, de expresar que es una tontería o que no le importa lo que el otro está diciendo.

Otras actitudes corporales propias de un manipulador son entrar en un lugar y tirarse en el sillón con las piernas hacia arriba o sentarse en la punta de la silla para hacer resaltar su presencia. También es común que se acerquen mucho para hablarte o que al estrechar la mano, te la aprieten muy fuerte. Todas estas son señales de intimidación y de manipulación.

 

2. Nivel verbal

Tal como Satanás (el prototipo de todo manipulador) que se metió en la serpiente, el manipulador usa disfraces, no es la misma persona en todos los ámbitos: según el lugar donde se encuentre va a usar diferentes disfraces. Así, él puede sonreírle a alguien y al instante darse media vuelta, cambiar la cara y maltratar a otra persona. Cuando le conviene se ponen la mascará de espiritual y habla de la paz y la misericordia de Jehová, pero a los dos minutos trata mal a la esposa. Por eso es que es tan importante darnos tiempo para conocer a las personas para ver cómo actúan en los distintos ámbitos, ya que los manipuladores alternan "colores" como el camaleón.

En el relato, Satanás no dice que es Satanás, él entra en la serpiente, se disfraza. En el libro de Génesis nunca aparece la palabra Satanás, porque el diablo siempre entra escondido. El Nuevo Testamento dice que el diablo se disfrazó de ángel de luz. Satanás es experto en disfraces.

Hay gente violenta que se pone el disfraz de espiritual para tapar así sus emociones y sus verdaderas intenciones. Una persona honesta, en cambio, es la misma persona en su casa, en la calle, en la iglesia o en el trabajo.

 

Otro punto para destacar es que el manipulador mete cizaña. Al igual que Satanás cuando se le acercó a Eva y cuestionó: "Así que Dios les dijo...", el manipulador es chismoso: busca obtener información de los demás, especialmente de las mujeres que son más vulnerables al engaño y que brindan datos más fácilmente. Por eso, ¡no des información privada a nadie!

Otra manera de sembrar discordia es hacer preguntas que generen dudas como cuando Satanás preguntó a Eva: "¿Así que Dios les dijo que no coman de ningún árbol del huerto?". El manipulador no te acusa de nada, pero te siembra inseguridad con una pregunta y se va. Por ejemplo, quizás estabas tranquila por haber dejado que tu esposo fuera a estudiar con su compañera, pero luego te entra la duda: "¿Por qué lo habré dejado ir a mi marido? ¿Y si entre ellos pasa algo...?". Así, el manipulador te deja con una pregunta o una afirmación que genera sospecha o hace determinados gestos con la cara y sin decirte nada, se va. Como consecuencia de su accionar te quedás mal porque en vez de transmitirte fe, te siembra dudas.

Otra característica del engañador es que deforma lo que se dijo. Dios les dijo a Adán y Eva: "Pueden comer el fruto de todos los árboles del jardín, excepto del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal"; pero cuando la serpiente entró, preguntó: "¿Así que Dios les dijo que no pueden comer de ningún árbol?". De este modo, cambió lo que Dios había dicho. Por ejemplo, si una persona dice: "Fulanito es lento", el manipulador dice: "Me dijeron que Fulanito es un vago"; o si alguien te aconseja: "Cuidate", el manipulador puede decir: "Le aconsejó que se divorcie".

El manipulador habla de un modo confuso, te marea, mezcla los temas o recortan las cosas. Por ejemplo, dicen: "Vi a tu marido tomando un café con una compañera del trabajo", y se van, pero no aclaran que en realidad eran diez personas las que estaban desayunando. O si alguien dice: "Traé las llaves", él dirá: "Le pidió que le devolviera las llaves".

No te dicen toda la verdad, solo mencionan una parte: "Mi esposo es un avaro: me dijo que no me va a dejar gastar más dinero", pero lo que no te cuenta es que eso se lo dijo después haber agotado el monto permitido de la tarjeta de crédito.

 

Cuando alguien te diga una palabra que descalifique te está manipulando. Por ejemplo: "Menos mal que tu esposo tiene una mujer inteligente como vos". Si bien podés pensar que esta frase te está calificando, fijate a su vez te está descalificando ya que lo que quiere decir es: "Te casaste con un tonto porque en el fondo vos también sos una tonta por elegirlo a él".

Satanás entró en esta historia hablando; es decir, con las palabras, por eso tenés que cuidar lo que escuchás, lo que te dicen y lo que decís. El manipulador habla de manera indirecta. Por ejemplo: "Ay, qué cansada que estoy... y la casa está dada vuelta", en vez de decir: "Arreglá la casa", o "¡me duele tanto la cabeza!", en vez de decir: "no vamos a tener sexo". Cuando alguien te diga que una persona dijo algo de vos, andá y preguntale a la persona en cuestión. ¡Muchísimos problemas se resolverían si fuésemos directamente a preguntarle a la persona que corresponde!

Satanás quería robarles a Adán y a Eva la gloria de Dios. Detrás de todos sus engaños, el deseo de un manipulador narcisista y psicópata es sacarte es la presencia hermosa del Señor. Cuando Adán y Eva pecaron se les fue la gloria y quedaron desnudos; por eso, tenés que cuidarte, porque aunque tengas el mejor jardín del Edén, si la gloria se va, te quedás sin nada.

 

La Biblia dice que en los últimos tiempos van a venir muchos, aún en el nombre del Señor, a engañarnos. Va a haber engaño espiritual, económico y afectivo. Es por eso que tenemos que darnos tiempo para conocer a la gente e ir directamente a la persona con la que pudiera existir un conflicto. El corazón de todo manipulador está lleno de mentira, pero él va a mezclarla de manera confusa con la verdad. Cuando Satanás les dijo a Adán y a Eva que si comían del árbol del conocimiento del bien y del mal se le iban a abrir los ojos, les dijo la verdad; pero después agregó: "y entonces serán como Dios", cuando en realidad ellos ya eran como El Señor. Además, Satanás le dijo a Eva que no iban a morir. Una mentira repetida termina sonando como verdad, y una mentira mezclada con varias verdades termina manipulándonos.

 

Cómo salir del engaño

Si observás un billete de cien pesos, podés darte cuenta si es verdadero porque tiene varias señales que demuestran su autenticidad. Tenés que ser experto en lo verdadero de Dios para poder identificar toda palabra de mentira.

Dios les dijo con claridad a Adán y a Eva que si comían del árbol de la vida, la gloria iba a ir creciendo, pero si comían del árbol del conocimiento del bien y del mal, iban a morir. Si ellos le hubiesen respondido a la serpiente que Dios les había dicho que el día que comieran de ese árbol se iban a morir, esa única y suficiente verdad hubiera bastado. Cuando te basás en lo que Dios te dijo el enemigo no podrá engañarte.

Cuando Satanás vino a tentar a Jesús, le dijo: "Di que las piedras se hagan pan" pero el Señor respondió: "Escrito está...". Cuando el diablo insistió: "Tirate de las montañas que los ángeles te van a sostener", Jesús le volvió a responder: "Escrito está...". Y tras decirle que le iba a dar todos los reinos, Jesús exclamó: "Escrito está...". En otras palabras, Jesús le estaba diciendo: "Yo me muevo por lo que Dios me ha hablado en Su Palabra, y si Él me dijo que me va a prosperar, que mi casa será bendecida, que soy sano y que todo me saldrá bien, ¡así será!". Cuando vos te movés por La Palabra, cuando más crecés en las promesas de Dios, menos le vas a creer a la gente, a los medios, incluso a vos mismo.

 

Cuando Eva miró el fruto se activaron sus emociones. Ella dijo: "Ay, ¡pero qué fruto tan hermoso!" ¡Hay que estar un poco loco para mirar una fruta y verla hermosa y codiciable! Nunca tenés que confiar en lo que sentís: "Siento que Dios no está conmigo"; vos tenés que moverte por la verdad que Dios te dijo y creerlo por fe, lo sientas o no lo sientas. Si Dios te dijo que podías comer de todos los árboles, podés comer de todos los árboles, y si te dijo que algo es malo para vos, es malo y se terminó: no hay discusión.

 

Aunque culturalmente muchas cosas se han aceptado o legalizado, vos tenés que moverte por la verdad del Señor.

Adán y Eva conocían el bien por experiencia ya que estaban en el huerto que era perfecto y podían comer de todo. El mal, en cambio, no lo conocían. Dios quería que ellos lo supieran por revelación, no por experiencia. Por ejemplo, si te digo que si te bañás en gasolina y prendés un fósforo te va a doler, difícilmente quieras hacer la experiencia, aun cuando nunca lo hayas intentado. Como Dios quiere que conozcamos el bien por experiencia y el mal por revelación, Él nos va a dar sabiduría para rechazar lo malo sin experimentarlo. No necesitás robar o mentir para saber que es malo. ¡Movete con la verdad del Señor!

 

Dios se va a manifestar de tres maneras en tu vida:

 

1. Se va a manifestar abiertamente, de un modo milagroso.

Satanás se esconde, pero Dios se va a manifestar abiertamente.

En el pasaje de la multiplicación de los panes y los peces en el desierto, Jesús mostró su poder abiertamente, ya que con una pequeña cantidad de alimento dio de comer a toda una multitud.

Dios te va a mostrar su poder; Él va a multiplicar lo poco que tengas en tu desierto, va a multiplicar el poco alimento que tengas para que miles sean saciados. Cuando los discípulos llevaban las cestas, el pan se multiplicaba. Ese milagro pudo ser visto con los ojos, abiertamente. ¡Dios se manifestará también en tu vida!

 

2. Dios se va a manifestar antes que tu problema.

Cuando Abraham estaba por matar a Isaac y ofrecerlo como sacrificio, Dios le dijo: "¡No hagas eso Abraham! ¡Mirá hacia atrás!", y al hacerlo, Abraham vio un corderito para entregar en sacrificio. ¿Dónde estaba ese cordero? Siempre estuvo ahí, pero Abraham nunca lo había visto. Del mismo modo, el Señor va a llegar a tu problema antes que vos, y aunque vos no lo veas y pienses que llega el final, el Señor te dirá: "Tranquilo, ya estoy en el lugar. Antes de que venga, ya estoy yo para resolverlo. Date vuelta y mirame, porque estoy acá para bendecirte".

 

3 Dios se va a manifestar en tu vida frente a todo engaño y manipulación.

Génesis 5 narra una genealogía. Set tuvo a Enós, Enós a Cainán, Cainán a Malalel, Malalel a Jared, Jared a Enoc, Enoc a Matusalén y Matusalén a Lamec, cuyo hijo fue Noé. Algunos investigadores se pusieron a investigar el significado de estos nombres en hebreo y al ponerlos en orden se descubrió que "Adán, Set, Enós, Cainán, Malalel, Jared, Enoc, Matusalén, Lamec, Noé" significan: "Hombre, enviado, mortal, para el Dios bendito, bajará enseñando y su muerte traerá a los desesperanzados descanso y consuelo". ¡Está hablando de Cristo! Él fue enviado para morir, el que bajaría y enseñaría, y cuya muerte traería paz a los desesperanzados.

El señor me dijo: "Voy a estar escondido. Solo los que profundicen me van a descubrir, pero aunque no me descubras igual estaré trabajando a tu favor, haré cosas grandes y te bendeciré".

 

Hoy cancelo sobre tu vida toda manipulación, todo engaño afectivo, económico y espiritual, así como también todo espíritu de víctima y de dolor. Decreto que los nombres de quienes te han lastimado ya no estarán más en tu boca. Declaro que Cristo se va a manifestar abiertamente multiplicando y resolverá nuestro problema antes que nosotros.

 

Declaro que el Señor estará escondido y traerá Su gloria y Su victoria. Declaro que basarás tu vida en la verdad de Dios y que experimentarás todo el bien, pero el mal lo sabrás por revelación. Lo declaro en el nombre de Jesús. Amén.

 

Bernardo Stamateas